Parto de la premisa que un director técnico de fútbol es el cerebro de un equipo. Por tanto la mayor responsabilidad de sus resultados los tiene el cuerpo técnico. En mi criterio, a inicios del presente campeonato, Liga armó el mejor plantel del país. No obstante, el fútbol más timorato e inseguro lo puso Liga.
Es que la palabra de su técnico está salpicada de inseguridad: “ojalá seamos capaces de jugar bien” y otras por el estilo conforman su discurso semanal.
Su pensamiento se ha venido a menos. Qué lejos está de sus propias palabras de hace cuatro años: “Primero nos matan antes que ganarnos”. Hay que tener claro que los pensamientos y palabras atraen realidades. Entonces, para mí, el problema de Liga no es de jugadores, prueba de ello es que futbolistas despreciados como Salas, van a otros equipos y son figuras.
A Bauza, primero que nada hay que agradecerle los títulos nacionales e internacionales que le dio a Liga, pero pienso que cumplió su ciclo. Y para beneficio de él y del equipo sería oportuna su retirada. Es un error evocar un pasado exitoso para justificar un presente desastroso.
Un aspecto primordial para el éxito de un equipo de fútbol es la unidad, que en Liga al parecer está ausente.