Dos pandemias han azotado al Ecuador en estos nefastos tiempos; la una, universal, provocada por un diminuto y silencioso enemigo; la otra,…local, perpetrada por gigantescos y monstruosos roedores; cuyas madrigueras curiosamente no son oscuras, ni mal olientes, al contrario son llenas de luz, con amplios ventanales; y a diferencia de sus parientes portadoras de esa letal pulga que mató a miles de seres humanos en la edad media, ( la peste ); estas actuales, se dejan ver fácilmente en el día, corriendo por enmarmolados pasillos, subiendo por relucientes escalinatas a repartirse el suculento queso, o comiendo sin miedo junto al sagaz gato, como también royendo con sus afilados dientecillos, suculentos papeles de contratos millonarios…. Para el covid-19, hay esperanzas de una vacuna; para la ‘corrup. 2020’… tristemente…no se avecina antídoto alguno.