Niñez sin conexión

Los pasos por la niñez son muy rápidos pero a la vez muy significativos. Se ven reflejados cuando se dirigen a cambios de la vida cotidiana, llegando a la adolescencia sobre todo se ve afectado el bienestar y desenvolvimiento sano que tuvieron o no en la infancia. La pandemia ha normalizado de manera espontánea el uso de dispositivos tecnológicos en los que los pequeños, ya sean niños o niñas, tuvieron que apañarse al uso de estos. La construcción como seres humanos ahora depende de un teléfono móvil donde el punto de anclaje afectivo, de amor, de contacto corporal, de vínculo y de interrogantes sobre lo que ha pasado con ellos, está presente en cada una de sus expresiones al otro lado de la pantalla de un teléfono móvil o de cualquier otro dispositivo.

Pues la atención a la infancia está en desamparo debido a que los niños dedican su mayor tiempo a un teléfono móvil y ya no mantienen diálogos cara a cara, ni tampoco juegan en la naturaleza. Ahora expresan sus emociones y sentimientos enviando emoticones o subiendo historias o fotos en sus redes sociales. A sabiendas de esto la niñez es un eje central para la construcción de autonomía y el fortalecimiento de lazos sociales y solidaridad entre otros, son valores que se perderán por falta de niñez sin conexión.

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