El grandulón llanero que ha llevado al caos total a la nación venezolana está haciendo lo que su limitado entendimiento le permite, lo que su real saber y entender le dicta y lo que el pajarito que anida en su afiebrada imaginación le sugiere. Mediante decreto pensado y estructurado con absoluta “madurez” ha suprimido cinco ceros a la súper hiperinflación que sufre Venezuela, imaginándose que con ello dispone la consiguiente felicidad y seguramente espera el pronto y alegre retorno de los dos millones de expatriados que son víctimas de su “académica” ignorancia. Menos mal que el bolivariano pajarito, que se desempeña como jefe de asesoría jurídica en su gabinete, no le ha aconsejado que responsabilice a la oposición en contubernio con el “imperio” de los movimientos telúricos suscitados en su país.