La Rusia de Putin, al enviar a Venezuela aviones con capacidad para llevar armas nucleares, ha violado el Tratado de Tlatelolco, que consagra a la América Latina como área libre de armas de este tipo y establece así la desnuclearización del territorio de América Latina y el Caribe. Por consiguiente Rusia ha violado la circunscripción que cubre este instrumento internacional, área que soberanamente han establecido los países de la región. Rusia no tenía derecho a intervenir en Siria ni anexarse porciones de Crimea, peor a introducir armamento con capacidad atómica en un país americano sujeto a un tratado multilateral regional que nos libera de las armas nucleares.
Por otro lado, el régimen castrista de Cuba, al mantener aproximadamente unos veinte mil efectivos en Venezuela, entre supuestos “paramédicos”, médicos, asesores y agentes del servicio secreto cubano, ha invadido el territorio de un Estado independiente y sus agentes han violado la soberanía venezolana al afectar con sus acciones a las fuerzas armadas de Caracas e intervenir en asuntos internos, intimidando a los oficiales y soldados y asesorando a la pandilla de narcos que está incrustada en el gobierno usurpador de Nicolás Maduro y Diosdado Cabello.
Por estas razones, el legítimo Parlamento venezolano, presidido por Juan Guaidó, tiene derecho a pedir la inmediata intervención de fuerzas de países amigos de la región americana para impedir la presencia de aviones rusos con capacidad nuclear, y personal militar ruso en una área cubierta por el Tratado de Tlatelolco, y para eliminar de inmediato la presencia de agentes cubanos y guerrilleros del ELN y otras organizaciones terroristas en suelo venezolano. Y puede pedir ayuda para capturar y extraditar a poderosos narcos que han instaurado un régimen de hambre y terror en un país hermano.