El desempeño de una labor gubernamental debe ser un acto altruista, pienso yo. No puede ser que veamos a funcionarios públicos ejercer un alto cargo en el gobierno y valerse del mismo para avanzar en sus afanes personales.
Se apalancan en su cargo para buscar puestos en organizaciones internacionales por ejemplo, sin contemplar si tal acción es beneficiosa para el país o no. Está bien querer progresar dentro de la profesión, siempre y cuando los intereses personales concuerden con los intereses del país. Ni hablar de las mejoras en la situación económica de algunos funcionarios.
El tiempo empleado en desempeñarse como funcionario público nos pertenece a los ciudadanos y la plata con la que se paga su sueldo también. Indigna que se utilice un puesto creado para servir a la Patria en primer lugar, como una herramienta para buscar el beneficio personal.
Quién ejerce su cargo poniendo primero al país será agradecido por los ciudadanos y recompensado por la vida.