¿Quién paga a los payasos?

Hugo Bayardo Santacruz

En un país que se avizoran “tiempos difíciles” resulta molesto hacer festejos tan banales como el llevado al cabo el sábado, celebrando los 400 monólogos del presidente. Celebración en la que no faltaron los globos, artistas, comida, payasos y legislador@s que con sus clichés populistas y al son de la música avivan la fiesta. Pero acabada la celebración, que más parece propaganda fuera de campaña, ¿quién paga la fiesta? acaso será el presentador de los monólogos el que los asuma, pues claro que NO, los delirios de celebraciones y la amabilidad del anfitrión con los asistentes no son gratis, nos la facturan completita a todos sin miramientos de “Black Friday”. Nadie informa cuánto nos ha costado los alimentos, las bebidas, la escenografía o El Cholero de Aymara, pues desarmada la tarima y despintados los payasos nadie sabe a cómo nos toca, ni dónde ir a buscar las facturas.
Lo único que con seguridad se conoce es que a pesar de que las sabatinas sean inútiles y representen un millonario gasto, el monologuista no tiene las intenciones de terminarlas.

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