Qué fácil es volverse político en las redes sociales, opiniones vuelan y no regresan. Nos encontramos constantemente acabándonos los unos a los otros. Unos los llaman criterios propios, otros, verdades; sin embargo, en estos últimos días, es más una lucha ideológica de quién tiene más razón que el otro, y mediante ello, hemos perdido todos.
A ti, defensor de la violencia, te cuento que perdiste, tu mentalidad de destrucción quedo en el recuerdo de todos los que te rodean. Tú, amante de la controversia y la desinformación, que creaste tanto caos, aprovechándote del miedo, no eres más que otro vándalo.
A todos ustedes ecuatorianos, espero que nunca les falle la memoria, y tengan conciencia del temor que sintieron esta últimasemana, de la preocupación y la impotencia que llenó todos nuestros cuerpos. Vimos nuestra cuidad en llamas, y quebrarse en varios pedazos. A ambulancias destrozadas mientras cumplían su labor de salvar vidas, no la de los ricos ni tampoco la de los pobres, sino la de todos nosotros “seres humanos”. A nuestros policías dormir en las calles y en paradas de buses, mientras descansaban después del día de batalla, recibiendo ayuda de pocos e insultos de muchos.
Esta separación ideológica nos ha costado y nos puede seguir costando muchas decisiones, de tal manera, es necesario que comencemos a crecer como individuos y quiteños consientes, sin cementerios de recuerdos. Creo que todos estamos listos para volver a trabajar, para retomar nuestra vida y libertad después de once días de un brutal abuso. Esperemos un futuro no tan gris, un pueblo transparente, un gobierno resistente y un Ecuador prudente.