La verdad

Principio proponiendo que no hay verdades a medias que sean valederas, porque si así fuera, se podrían justificar cuantas uno tenga respecto a los temas que se aborde en las circunstancias en que uno se encuentre. Entonces, la vedad no puede ser circunstancial ni acomodaticia cuando uno las expresa diariamente o de tiempo en tiempo. El miedo a la verdad nos hace frágiles y en esas condiciones solemos recurrir a mentirijillas como armas de defensa ante una realidad.

La actual pandemia del covid-19 es un ejemplo claro. Esta situación que afecta a la salud del mundo está siendo tergiversada por intereses políticos de varios gobiernos. Algunos no han tomado acciones a tiempo para aligerar sus efectos mortíferos y culpan desfachatadamente a otros por el contagio y las muertes. Han intentado así librarse de sus responsabilidades. La osadía de algunos que califican a la pandemia como inofensiva y hasta dan fechas aproximadas en que esto terminará, abruma. Sus acciones y gestiones están lejos de las estadísticas de contagios y muertes.

Las orientaciones de la OMS y los puntos de vista de los científicos epidemiólogos reconocidos mundialmente para combatir el virus han sido dejados a un lado, el uso de la mascarilla, el lavado de manos y el distanciamiento social adecuado. Sorprende sobremanera que algunos gobernantes de países importantes declaren públicamente su fortaleza física como salvadora y protectora de su pueblo y rechazan esas recomendaciones

El engaño hace daño. Para llevarnos bien, confiados y animados, solo la verdad y nada más que ésta.