Frente a la pandemia mundial del coronavirus, hemos sido testigos de acciones de los diferentes sectores y del público; sin embargo, algunos que deberían pronunciarse permanecen silenciosos.
Nuestros legisladores encabezan la lista; ellos en vacancia permanente ni siquiera su presidente se ha pronunciado hasta la fecha y con tal de recibir su sueldo, bien gracias.
Los salvadores de la patria que se agrupan en los partidos políticos, con una sola honrosa excepción, ni pío; con tal de recibir asignaciones gubernamentales, bien gracias.
El lunes 16 de los corrientes fue grato escuchar a ciudadanos consientes, en una prestigiosa radio quiteña, como Abelardo Pachano y Fernando Santos, plantear soluciones que debería tomar el Ejecutivo en vista de la actual situación financiera que enfrentamos como país por la caída de los precios del petróleo.
Que espera el Ejecutivo para aplicar los sanos consejos de los ciudadanos mencionados: declarar moratoria de distribución de utilidades a todas las empresas; restringir el gasto innecesario y renegociar con los causantes de la pandemia la deuda pública.
Por qué no reducimos el número de los silenciosos legisladores y prescindimos de las asignaciones a todos los partidos políticos. Acciones complementarias necesarias para reducir sustancialmente el gasto en manos del Ejecutivo.