¿Es Ecuador el país del olvido? ¿Es esta una tierra destinada a estar inmersa en el caos y la convulsión de un momento político? Parecería que sí. Después de diez años de “estabilidad política”, el fantasma de aquel viejo país caracterizado por golpes de estado, manipulación política, arribismo y oportunismo se hace cada vez más presente, ante el fanatismo, falta de autocrítica y obstinación de los que dijeron que habían de cambiar el modelo. Para muestra la reciente visita de Correa. En aquel individuo y en sus seguidores, concepciones de democracia y alternabilidad de poderes han dado paso a proclamas como “Rafael es nuestro eterno presidente” y “Moreno tiene que caer, tenemos que botarlo”. Me pregunto ¿qué país es este? En donde algunos aceptan ciegamente la idea de que la democracia no va más allá de una persona o de un partido. La democracia es un ejercicio conjunto, no un monopolio.