Totalmente de acuerdo con la opinión expresada en Cartas a la Dirección de su prestigioso diario por el señor Luis M. Contreras, sobre el cierre de las miniterminales y con los artículos de los señores: Enrique Echeverría de 7 y 14 de julio y de Fernando Larenas del 8 de julio del presente, sobre la grave situación del transporte público en Quito.
Esto a propósito del cierre de las miniterminales en el sector céntrico, lo que ha provocado una tremenda inconformidad en los miles de usuarios, pues es fácil darse cuenta de la situación a los que se nos expone al tratar de llegar a la terminal de Carcelén y viceversa, sitio en el cual no hay una infraestructura adecuada para el ser humano.
Al parecer el servicio digno y eficiente que implementaron algunas cooperativas de transporte incomodó a ciertos sectores.
Invito al señor Alcalde y demás autoridades que dispusieron esta medida que intenten acceder a un bus desde Cumbayá a Carcelén, entre las seis y nueve de la mañana con un equipaje de no más de cinco kilos y estar a partir de las cinco de la madrugada en este sitio, a que constaten las condiciones de las personas que hacen su arribo a esas horas de las diferentes provincias, expuestos a las inclemencias del tiempo y demás, un buen porcentaje son pacientes de las distintas casas de salud que intentan regresar el mismo día a sus hogares.