En cada enlace sabatino, los ecuatorianos entendemos menos a los actores de la revolución ciudadana. Dicen que son muchos más, pero tienen pavor cuando les hablan de la consulta para que se pronuncie sobre la reelección indefinida y otras enmiendas a la Constitución elaborada por ellos mismos y aprobada en referéndum en el 2008 y descalifican a quienes se oponen a tales reformas.
Ahora dicen que los recursos monetarios sobran en el IESS y que tiene un alto superávit y que, por lo tanto, el Estado debe retirar el 40% de contribución para las pensiones jubilares y dan una cantidad de falsedades para justificar este disparate, como afirmar que los recursos del IESS son públicos y que por tanto el Gobierno no debe nada al Instituto, olvidándose de los bonos que compró al Estado el IESS. Si tanta abundancia existe, por qué no hay médicos especialistas, por qué no hay medicinas, por qué es imposible conseguir una cita médica directamente con un especialista aunque sea para después de un año, por qué no se pagan las pensiones completas de acuerdo con los valores que arrojan las liquidaciones realizadas por los mismos servidores del IESS.
Lo cierto es que estos fondos no son del Gobierno, no son fondos públicos, son fondos aportados por los afiliados y jubilados y son ellos quienes deben administrar sus fondos, no el Gobierno.