Reactivación económica y del empleo en el país
La emergencia sanitaria del 2020, dio como resultado un desempeño negativo económico a nivel mundial, las medidas de confinamiento evitando incrementar el número de contagios llevaron a las economías de las familias ecuatorianas, a que tengan serios problemas de inestabilidad macroeconómica, lo que ocasionó un déficit fiscal que se presenta en el país, como consecuencia a una fuerte desconfianza en los sectores empresariales y del trabajador.
Estos desequilibrios macroeconómicos impiden desplegar el potencial productivo del Ecuador, provocando la caída del consumo interno; inversión tanto interna, externa o internacional, la producción y finalmente del empleo formal.
Las políticas del Estado deben dar respuestas concretas a estos problemas y así evitar terminar una pandemia de pobreza, desempleo o hambre.
El problema de Ecuador es la falta de liquidez y la capacitación del sistema cooperativo de ahorro y crédito de los segmentos más pequeños y los pocos avances en inclusión financiera, ya que la mitad de la población mayor de 18 años no tienen acceso a servicios financieros.
Según estudios del Banco Central, se estima un crecimiento económico de 3,1% durante 2021, a partir de un buen comportamiento macroeconómico, esperando la recuperación del consumo en hogares, así como del sector externo vía exportaciones e importaciones.
Karla Sara Barragán Triana
Jaime Nebot, ex alcalde de guayaquil
Jaime Nebot, con sus fogosas intervenciones en detrimento del Gobierno bien Constituido del señor Guillermo Lasso, hizo que muchos ciudadanos discrepemos con la voracidad de Nebot, demandando que en apenas cuatro meses de administración del Gobierno debe exhibir culminadas las tantas obras que el Gobierno de la revolución ciudadana dejara mal construidas, inconclusas. Estamos absortos y conscientes del estado calamitoso en el que se encuentra el Erario Nacional, en soletas; sin embargo, el Presidente Lasso hace lo posible en hallar las fórmulas más conducentes para paliar la miseria y salir adelante; ojalá que los distinguidos asambleístas se motiven en bien de la patria.
lntolerables los comentarios que dan lugar y no cesan, sigue brotando pus, no descansan de sorprendernos, comentan: de esta empresa se llevaron quince millones de esta otra veinte millones. Miles de millones de dólares se atragantaron, estamos cansados de ficharlos; pero, con mucho pesar debemos decir el poder judicial no se abastece y no podemos recaudar un centavo de lo robado.
Gritaba el ex Alcalde Nebot, (con el libreto de lza) revestido de panegirista a favor del pueblo el canto de los combustibles. No imaginé que estaba de acuerdo con el indígena Leonidas lza y lo más grave, dicen, la amistad con el nefasto Rafael Correa para fastidiar mancomunadamente al Presidente Lasso. Sabemos a cabalidad que las gasolinas es el medio de enriquecimiento de magnates ávidos de enriquecerse, el señor Nebot sabe; además, no quiere aceptar la paupérrima situación económica.
Las intervenciones del señor Nebot son decepcionantes, desconcertantes e intolerables. Quiero contar al señor Nebot como una primicia que muchos ciudadanos no estamos de acuerdo con él. Hablo por mi, esperaba verlo como candidato a la Presidencia de la República, con el buen concepto que tenía iba a ser uno de los más asiduos seguidores.
Carlos Aquiles Vicuña Prieto
Retorno de Asamblea
El Comercio del 3 de octubre, en su página 3, trae la noticia sobre el pedido de la Presidenta del Legislativo en el sentido de que sus miembros deben trabajar ya en forma presencial. Se dice que no está listo el Parlamento para que eso ocurra. La razón: no hay presupuesto listo para tal “hazaña”. Se necesitan USD 800.000 para cubrir tantas canongías que tienen los asambleístas, muchos quienes piensan que la Asamblea es una fuente de alimentación a sus arcas financieras. No es de ahora esta situación, sabido es que algunos o muchos que siendo pobres han salido en calidad de nuevos ricos.
Hay que pagarles boletos aéreos, departamento, viáticos, movilización y tantos otros beneficios llegando al colmo de pagarse hasta celulares y su consumo!!!! Disponen de “asesores” llegando al extremo que la Presidenta Llori tenía una veintena de estos personajes que en nada benefician al pobre pueblo ecuatoriano. Da la idea que si necesitan tantos asesores querría decir que no están preparados para desempeñar las funciones a las que se postularon. Se dirá que el artículo 163 de la Ley Orgánica de la Función Legislativa regula y lo toma como normal esta serie de gastos, dispendios que hacen de esta función del Estado un verdadero botín de privilegios.
Claro, ellos mismo aprueban estos beneficios siendo por lo tanto juez y parte. Una persona de a pie o de clase media que consiga con suerte un trabajo en otra ciudad, su empleador no le paga vivienda, transporte en avión y tantos beneficios como se describe en este artículo.
Ser Asambleísta debería significar un verdadero honor y una valiosa oportunidad para servir al País y no entrar a esta alta Función con la gran expectativa de robar, pero claro robar bien, como ya aconsejó una asambleísta en este mismo período. Glosados algunos, otros con errores de “buena fe”, y otros dedicados a realizar negocios de todo tipo con tráfico de influencias incluido. El Ecuador no aguanta más esta clase de apetitos de personas que dirán “Hoy o nunca”, la suerte me puso en la fuente de riqueza!!!! No son todos pero si muchos.
José Agustín Arias Osejo
¿Bicentenario?
En palabra minúscula porque prácticamente a ocho meses de mayo de 2022, no hay por ningún lado indicios de que organismos o entidades estén organizando actos conmemorativos relevantes.
Los centenarios patrios que se celebraron a principios del siglo pasado fueron preparados con años de anticipación y se cumplieron con actos muy significativos, participación de la ciudadanía y entrega de obras que perduran y son su evidencia.
Así ocurrió en 1909 cuando tres años antes se inauguró el monumento a la independencia en la plaza mayor de Quito; también en 1922 como reseñan publicaciones de la época; igual en 1959 y en 1980 en los sesquicentenarios de la independencia el uno y del inicio de la república el otro.
Actualmente, más allá de dos o tres vallas colocadas en alguna avenida no se informa ni se conoce de preparativos de significación que se planifiquen o estén en proceso.
Lamentable. Y este bicentenario no es cualquier celebración. Es sobre una de las fechas fundamentales de nuestro calendario cívico y que debe recordar el heroico esfuerzo que hicieron soldados europeos, hermanos de Sudamérica, sus generales, nuestra población y sus líderes desde Guayaquil pasando por Cuenca, Guaranda, Riobamba, Ambato hasta el Pichincha, en la que se ha denominado “la más internacional de las batallas por la libertad”.
Es más, a día seguido se cumplirá el bicentenario de la incorporación a la Gran Colombia y luego el de la reunión de Bolívar y San Martín en la ciudad de Guayaquil, también fechas y hechos trascendentales sobre los que es indispensable recordar y reflexionar.
Urge empezar ya y eso le corresponde a las funciones del Estado, especialmente al Ejecutivo, a los gobiernos seccionales, entidades culturales y a toda la sociedad civil como lo hicieron en las celebraciones del siglo pasado cuando también como hoy la situación era muy adversa en lo político, social y económico.
O será que nos gana la inacción por la anemia cívica y ética que desde hace tiempo padece el país.
Ramiro Ávila