Con el nombramiento de la nueva Fiscal, estoy convencido de que comienza una nueva etapa de la justicia ecuatoriana, luego de doce años sin ningún resultado. Pasaron por ese cargo los tristemente célebres como: Chiriboga, Baca, Pérez y la actual. A ese cargo va una mujer valiente, independiente (ojalá). Durante 12 años hemos vivido con miedo y odio, es ahora de terminar esta tenebrosa historia y comenzar una nueva, en la que los ecuatorianos nos sintamos orgullosos de contar con funcionarios honestos, con un país donde reine la justicia independiente, en la que no sea difícil juzgar, sin importar de quien se trata.
Casos como Odebrecht, exigiendo la lista de los involucrados, negociados de Petrochina, Seguro Social, Deuda pública, uso avión presidencial y un gran etcétera; debe darles inmediata solución la nueva Fiscal, tarea difícil, pero al final satisfactoria. Además, no debemos olvidar los 13 indagaciones en contra de Correa, por peculado, enriquecimiento ilícito, delincuencia organizada, etc. Sin olvidar la indagación al presidente Moreno por el caso Inapapers.
Todo ha quedado en discursos, pero ningún resultado. Necesitamos una Fiscalía independiente, transparente, limpia, honesta.
Un mensaje para la nueva Fiscal: aquí está un pueblo que la respalda, todos estamos protegiéndola, somos sus guardaespaldas, así que no tenga miedo, que no le tiemble la mano al momento de ejecutar la ley, caso contrario lo más conveniente dar un paso al costado y vivir en paz pero con la conciencia pesada.