El Sistema Nacional de Contratación Pública en el caso de Ecuador fue creado con el propósito de optimizar los procesos de compras en el sector público, con la finalidad de generar ahorro en el presupuesto general del Estado. Este sistema no adjudica los contratos a ningún proveedor, cada entidad lo realiza bajo su responsabilidad, y sirve como medio para ordenar los procedimientos de adquisiciones del sector Público.
La contratación pública inmoral y deficiente es una de las actividades del Estado que tienen graves deficiencias. El soborno forma parte de los presupuestos de las empresas proveedoras de bienes y servicios como medio de lograr la concesión de un contrato, sin que exista discrimen en el comentario entre empresas nacionales o extranjeras. En lo que se refiere a las entidades de control como la Contraloría General del Estado, las Superintendencias de Bancos, Compañías y Telecomunicaciones, que deben vigilar a entidades y funcionarios en sus diarias actividades, son también parte del botín político y, por ende, sujetas a los dictados corruptos del coyuntural poder político. A tal punto que estas entidades han servido para combatir y perseguir enemigos políticos, así como para absolver a sus controladores.