Numerosos periodistas y personajes afirman que la Amazonía es el pulmón de nuestro Planeta. En la serie One Strange Rock (National Geographic – Netflix) se esclarece que todo el oxígeno que ella produce es igual al que consume. La Amazonía no resulta un pulmón pues el balance es cero. En la misma serie se muestra que una silenciosa especie en el mar, es la merecedora del título de pulmón. Son las diatomeas que se reproducen gracias a los sedimentos que arrastran los grandes glaciares y los ríos al mar. Las conchas de las diatomeas muertas se depositan en el fondo del mar. Por razones geológicas, en África fondos del mar han emergido con esos depósitos. Las tormentas de arena arrancan esas finas partículas que son transportadas por el viento y fertilizan la Amazonía.
Mientras National Geographic, a pesar de no ser un pulmón, defiende la Amazonía como una importante parte en la biodiversidad y puntal en el equilibrio del Planeta, gobiernos sudamericanos justifican la ampliación de la frontera agrícola apoyándose en que científicamente está probado que ella no es un pulmón.