Mantener un aire puro es beneficioso para mantener una buena salud. Los malos olores son un indicativo de que existe un contaminante en el ambiente.
El barrio de Luluncoto Bajo, desde muchos años atrás, viene soportando los mismos como resultado del manejo de las aguas residuales de la Planta de Leche. La inhalación de los mencionados olores viene generando grandes molestias a los vecinos. Con la presencia de los vientos, las partículas son capaces de dispersarse con mayor velocidad. Los efectos adversos y nocivos para la salud son innumerables tales como malestar gastrointestinal, diarrea, náuseas y vómitos. En algunos casos se pueden apreciar estados depresivos ante la impotencia de no poder hacer algo. Dicha planta industrial se encuentra en este sitio más de 50 años. Ya es hora que las autoridades se preocupen por el bienestar de sus ciudadanos y de la aplicación del “uso del suelo”.