Hace algunos meses me encontré en la calle la cédula nueva de la señorita Andrea Pozo, timbré en la casa pensando que se podría haber caído pero no la conocían. Luego, caminando por mi oficina encontré la licencia de conducir del señor Pedro Crespo. En la licencia consta un número de teléfono celular, pero si lo asaltaron seguramente le robaron su teléfono, y nadie contesta. Busqué a sus familiares en la guía telefónica, pero sin resultado. Cuando se roban una billetera, buscan la plata y los documentos los arrojan a la calle cuadras más allá. Todos sabemos lo arduo y tortuoso que es sacar nuevamente esos papeles. Cuando una persona encuentra una cédula, licencia y otros documentos perdidos, no se sabe qué hacer con ellos o dónde dejarlos. Propongo que el Municipio de Quito tenga oficinas donde se puedan dejar documentos que se encuentran. Los que conocemos lo que es lidiar con el Registro Civil o sacar una licencia perdida podemos ir y dejarlos en estas oficinas. Esta oficina tendría que tener una página web donde se publique el listado las cédulas, licencias, etc. que las personas solidarias van dejando ahí. Así no hace falta ir a la oficina para hacer la averiguación. Si a alguien se le pierden sus documentos tiene una esperanza de hallarlos. Para reclamar un documento perdido solo haría falta ir con alguna identificación. Así ahorramos tiempo, colas, mal humor y sobre todo desarrollamos una cultura de solidaridad.