Nuestro país ha tenido desde hace más de 20 años la especialidad en Medicina Familiar, la cual consiste en la formación de profesionales que luego de siete años de estudio como Médicos Generales y un año de Medicatura Rural, se especializan tres años más para la Atención Primaria y como Prevencionistas capaces de resolver el 80% de las patologías que se presentan en la consulta.
La atención en la Consulta Externa, Emergencia e ingresos a hospitalización por Médicos Familiares se ha dado desde hace muchos años en el Hospital Vozandes, de tal manera que este “modelo cubano” no es nada novedoso, lamentablemente en nuestro país no se le ha dado la importancia que merece el posgrado de Medicina Familiar.
Nuestra formación responde al ejercicio de la Medicina Familiar a nivel mundial y no está relacionada con prácticas y tratamientos alternativos alejados de todo respaldo científico, muy usados en la Edad Media.
Es lamentable que nuestros médicos estén siendo “capacitados” por médicos cubanos, cuando el país cuenta con la Sociedad Ecuatoriana de Medicina Familiar, que aporta con profesionales formados con un alto nivel científico, con información y apoyo a nivel internacional. Dónde está la “soberanía” del país, si los médicos ecuatorianos son desplazados por neófitos cubanos.