La variación en función del tiempo del precio de los insumos y recursos necesarios para cualquier proceso de producción es efecto de la inflación, fenómeno que se produce por la pérdida del poder adquisitivo de la moneda (devaluación). En consecuencia, la actualización de los precios en la industria de la construcción es un problema monetario y no de ingeniería. En los primeros años de la década de 1980 en el Ecuador se empezó a sentir el fenómeno de la inflación, la liquidez de la obra pública fue la más afectada, el monto del contrato cada vez alcanzaba menos para cubrir las necesidades financieras de la construcción, los insumos costaban más cada día, el escenario financiero de la obra era difícil, nunca antes se había presentado; situación que llevó en forma desesperada a buscar un mecanismo de compensación, mismo que fue tratado como problema de ingeniería, tomó en cuenta las unidades de obra (rubros) y sus cantidades de trabajo, que le denominaron reajuste de precios, cuya herramienta de cálculo es la fórmula polinómica que se utiliza hasta ahora, sirve para actualizar (reajustar) solo el valor total de la obra y cuando se necesita actualizar los rubros lo hace por deducción y en forma homogénea.
El vertiginoso avance de la ciencia y tecnología hace que la administración de la obra pública sea más compleja, exige más agilidad en el flujo financiero del proceso de construcción, la actualización del precio total de la obra que antes era bueno ahora es insuficiente, se hace necesario actualizar el precio de los rubros, teniendo presente que: el problema es monetario no de ingeniería, el método es inductivo no deductivo y, su valor es específico no homogéneo. Condiciones todas, que cumple la herramienta de actualización que se propone y se llama “Precios Unitarios Flotantes” cuyo procedimiento es, utilizando los índices del INEC, actualizar el precio de los insumos y recursos para formar el APU y luego calcular el precio total de la obra, cada mes los PUs y precio total de obra, serán diferentes (precio constante). La obra pública tiene actualización de precios, producto de un procedimiento y no de una fórmula genérica.