En vista de que el Colegio Benalcázar pasaría a funcionar en el nuevo edificio por construirse en un espacio del actual aeropuerto de Quito, mi inquietud se centra en el sitio que actualmente ocupa este sexagenario establecimiento que ha cumplido con creces los objetivos de su fundador, el ingeniero Miguel Andrade Marín.
Esta magnífica infraestructura, con adecuadas aulas, espacios para laboratorios, canchas deportivas, coliseo, teatro, piscina, etc., fue construida técnicamente y con visión pedagógica; siendo por tanto muy apropiada para que siga prestando servicios a otro centro educativo. Me permito solicitar al señor Alcalde que considere la posibilidad de crear otro colegio para que funcione en estas dependencias, con el nombre de Miguel Andrade Marín. A la vez pido a la Sociedad de Egresados apoyar esta iniciativa para perennizar el nombre de tan destacado educador.