Es de dominio público que la economía del país se cae a pedazos. Esto complementado con una falta total de moral y sentido de Patria para ahorrar en cosas que no son indispensables y que contradicen lo que dice la propaganda atosigante del Gobierno con el fin de neutralizar y contradecir a los ecuatorianos. Pero ya no tragamos piedras de molino y estamos tan defraudados por la situación que pasamos. Y no voy a hablar del descalabro del desfinanciamiento.
Se ha gastado ingente cantidad de dinero en grandes pancartas que nos dicen ‘Primero lo nuestro’. Pero, comento, de dónde es el cocinero de palacio, cuando aquí hay cualquier cantidad de estos profesionales, y que en el menú figure algo de comida nacional. De paso, ¿cuál es el presupuesto para esta dependencia? Espero conocer.
Otro caso es la contratación de un artista argentino, buen pianista que no pudo interpretar un pasillo. ¿Cómo se lo contrata si en Quito hay excelentes pianistas y verdaderos artistas? Este señor argentino Raúl di Blasio estuvo en la inauguración del edificio de Unasur, cuyo diseño es propio para una ciudad espacial, y no pensaron en un diseño acorde al lugar y al país, pensando primero en lo nuestro. Claro que no faltó el monumento a un extranjero muy cuestionado sobre cómo hizo dinero. Entren a Internet y se desayunarán de las vivezas de este angelito. Primero lo nuestro.
Luego en Guayaquil, bajo el pretexto de régimen especial (sin un concurso público), así son algunos funcionarios, el Sr. Panchana contrata los servicios de este señor pianista para 60 conferencias. Con muertos y heridos, como se dice vulgarmente, recibió cerca de 2 millones de dólares, exactamente 1 702 000. Aquí también hay excelentes motivadores. ¿Dónde queda aquello de que primero lo nuestro? Estos datos están en EL COMERCIO del 3 de febrero. Hay un reportaje muy amplio al respecto.
¿Si el país está en crisis no se podía postergar un tantito hasta que engorde un poco la vaca? Así hace país la revolución ciudadana. ¿Será acaso un error de buena fe?