Fidel irrumpe en los años cincuenta, con el asalto al cuartel Moncada, en una asonada contra la dictadura de Batista, tirano escabroso que desde telegrafista, maniobrando insurrecciones de la tropa, llega a general, participando en la política desde entonces, hasta proclamarse dictador el 10 de Marzo de 1952, lo que motivo a Fidel Castro levantarse en armas el 26 de julio de 1953, fracasando ese intento, y después de varios sucesos regresa a Cuba, formando la guerrilla de Sierra Maestra, lo cual encendía la imaginación de la juventud idealista de entonces. Cuando triunfa la revolución en 1959, esa época coincidía con la guerra de Vietnam, la lucha por los derechos civiles de las minorías afro en los EE.UU. y posteriormente los combates del ‘Che ‘Guevara en África, y su caída en el hondón Boliviano, por lo que nuestra juventud soñadora, nos identificaba con el desafío, contra el sistema que criticábamos. Sin embargo posteriormente, al conocer personalmente la isla, pudimos percatarnos las carencias materiales y de libertades que soporta el pueblo, justificado por el llamado embargo comercial, pero reflexionamos, si un país se desliga de un sistema, porque lo considera negativo y perjudicial, lo lógico sería que pueda desarrollar una economía independiente, sin estar sujeta a factores externos, más aun si puede comerciar con el resto del mundo. Por esa razón llegamos a cuestionarnos si el sistema unipartidista, con economía rígida, es conveniente para el tercer mundo.