A propósito de los últimos casos judiciales que han conmovido a la opinión pública nacional es, indudablemente, el juicio entablado por calumnias en contra de los miembros de la Comisión Anticorrupción, CA, de parte del Contralor General, Carlos Pólit.
Los detalles de éste controversial tema, es que vivimos tiempos difíciles, y por lo tanto, hay que estar conscientes, que antes de pronunciar un criterio de manera pública en contra de persona alguna, hay que saber las responsabilidades que se debe afrontar si no prueban lo aseverado.
Y, éste es el caso de los miembros de la CA, mismos que acusaron al Contralor de falta de fiscalización en la contratación de tierras en la Refinería del Pacífico. Causando daño malicioso al buen nombre y honor del alto funcionario del Estado.
Analizada la causa, la jueza Matamoros consideró pertinente emitir sentencia en contra de los miembros de la CA, que en su mayoría son mujeres y hombres mayores de trayectoria respetabilísima; pero lamentablemente, sus palabras fueron mucho más allá de sus pensamientos y han sido presos de las equivocaciones propias del ser humano.
El Contralor en un acto de nobleza y sensibilidad, retiró los cargos en contra de sus acusadores, sentando un precedente histórico y ratificando la máxima popular:” De que para hablar y comer pescado hay que tener mucho cuidado”.
Pólit ha demostrado ser un hombre de firmes convicciones democráticas, lo que se ha puesto en evidencia a lo largo de su vida pública y privada.
La Contraloría es una de las instituciones más emblemáticas de la República, que ha realizado una labor encomiable bajo la dirección del Contralor Pólit, protegiendo con severidad los recursos públicos.
Su actitud serena, ponderada, inteligente, nos da la seguridad de tener una Contraloría en buenas manos.