En los 50 jugábamos chullas y bandidos nosotros niños. Los “chullas” amenazaban a los bandidos con una frase nuestra “cateman alto!” Roy Rogers, el Llanero Solitario, y Rusty tenía un perro que mordía a los bandidos. Agarraban a los malos, y los encerraban en prisión donde siempre había un sheriff honrado. Se recuperaba el botín y era entregado al honrado juez la devolución completa al asaltado.
Hoy no hace falta ir al cine o leer revistas, en la TV o en algún periódico se ve y se lee cómo los neochullas son los que ahora tienen armas, entran en a cualquier lugar y acaban con algún ser humano que se les cruce, acusándolo de neobandido; inclusive sacan el cadáver de la escena del crimen para que los clientes sigan comiendo tranquilamente. Asaltan bancos dejando muertos a los neobandidos desarmados. Usan motocicletas en lugar de hermosos caballos para fugar. Cuando los neochullas caen presos siempre hay un neosheriff que los deja en libertad y luego repartirá el botín con el neojuez.
La evolución humana medio siglo después trastocada: los chullas evolucionaron a neobandidos y los bandidos a neochullas.