Guayaquil, la Perla del Pacífico, la capital económica del Ecuador, recupera su identidad, su belleza de manos de dos alcaldes socialcristianos; el recordado y querido León Febres Cordero y Jaime Nebot Saadi, quien por 19 años dirigió el crecimiento de nuestra ciudad y logró convertirla en una urbe a la altura de otras ciudades del mundo, ganadora de premios en varias categorías.
En 1995, fui llamada por Cynthia Viteri a colaborar en la segunda campaña presidencial de Nebot; hombre inteligente, con una memoria extraordinaria y con objetivos claros de cómo sacar al Ecuador adelante. No se dio la oportunidad; el país se lo perdió, pero Guayaquil después ganó al tenerlo como Alcalde, y si el pueblo lo decide será Nebot 2021.
Hoy lo vamos a extrañar, su fortaleza y liderazgo hizo que todos, propios y extraños que viven en Guayaquil, la defiendan con ese amor que se defiende lo que es de uno, lo que ha costado mantener, lo que queremos para nuestros hijos: una ciudad para vivir bien. Gracias señor Alcalde.