Estamos próximos a celebrar el cumpleaños de Jesús, época de reflexión, de paz y de amor, en la que se acostumbra a dar regalos como amistad y cariño. En algunos hogares se reúnen en familia, por lo general degustan un exquisito pavo, queriendo olvidar los problemas acaecidos a nivel mundial a consecuencia de esta pandemia que ha afectado a miles social y económicamente.
Refiriéndome al Ecuador, un país que se ha visto azotado, a más de los problemas que ha arrojado esta situación sanitaria, nos ha afectado sin misericordia la corrupción, aprovechándose de recursos que le pertenecía al pueblo para invertirlos en solventar los gastos para la salud, infraestructura hospitalaria, medicinas. Comparar con sobreprecios es el crimen más grande cometido por bandidos, o mejor, pillos que aprovechándose de las circunstancias roban y estafan, que caminan sin castigo alguno y que se reúnen llevando a su hijos juguetes caros, comprados con dinero fruto del robo; a diferencia de la gran mayoría del pueblo que no tiene ni para la funda de golosinas para sus hijos, peor aún para servirse una comida, la más sencilla. Para ellos, para los súper héroes de esta situación, vestidos de blanco, que significa transparencia y luz, para ellos mi admiración y el saludo lleno de amor y de agradecimiento. Nunca antes hubo una época en la cual millones de personas necesitan tan desesperadamente de fe, esperanza, aliento, paz y amor. ¡Feliz Navidad!