Da la impresión de que por ahí hay rabo de paja y por eso el Gobierno se hace de la vista gorda frente al gravísimo problema del narcotráfico.
El país vecino está barriendo para acá, todos los días la Policía encuentra toneladas de droga hábilmente camuflada, narcotraficantes extranjeros que con cédula ecuatoriana están instalados dirigiendo sus negocios traficantes y expendedores que al ser atrapados juran ser inocentes consumidores, seudoartistas que aseguran su valioso cargamento transportando en la valija diplomática, asesinatos por ajuste cuentas, el manifiesto poder del crimen organizado va en aumento.
Las fronteras abiertas, los dólares, la indiferencia o benevolencia del Gobierno, están convirtiendo a este país en tierra de nadie.
Lo más terrible es que con inmenso dolor y tristeza ya se ve en la calle niños y jóvenes víctimas de esta maligna plaga.
No se puede permitir que este malvado y sucio negocio siga creciendo, sus perversos tentáculos están atrapando a la juventud para destruirla.