Es un slogan que se repite periódicamente y los ciudadanos nos preguntamos: llegado el momento, ¿quién o quiénes deben velar por esta máxima republicana? Después de esta experiencia de 11 años de un proyecto político que buscó transformar la Seguridad y Defensa a costa del debilitamiento de las instituciones responsables, siento que la respuesta es: los mandos de generales y almirantes que después de más de 30 años de servicio están en condiciones de conducir estas instituciones.
Importantes analistas acusan a políticos inescrupulosos de llevar adelante esta acción maquiavélica que nos genera inseguridad; sin embargo pregunto, ¿qué hicieron los generales y almirantes ante esta pretensión? En guerra se los evalúa por las batallas ganadas, en tiempo de paz por la gestión para que su institución cumpla con efectividad la misión constitucional. Considero imperativo que al evaluar esta “metida de mano a la Seguridad y Defensa”, se debe fiscalizar a estos líderes militares para juzgar su responsabilidad en la inseguridad que hoy nos inquieta.