La comunidad internacional, observa con interés y preocupación la situación de la libertad de prensa en Ecuador. El juicio a Diario El Universo es la punta del iceberg, para ejemplificar la intolerancia del gobierno nacional a cualquier tipo de comentario contrario a sus puntos de vista y observación. Cuando periodistas escriben el libro el Gran Hermano son enjuiciados por recabar documentos públicos acerca de contratos llevados por el hermano del primer mandatario. La misma injerencia gubernamental se manifiesta en la ley electoral que impide entrevistas a candidatos no oficiales, penalizar la opinión no es propia de libertades democráticas. Ecuador es un país pequeño con un nivel cultural promedio conocido a nivel internacional, exportaciones limitadas sin moneda propia de circulación masiva; la inestabilidad política ha llevado a un estancamiento del crecimiento a niveles por debajo de la región, un buen número de ciudadanos emigraron, las deudas estatales van en aumento, el principal patrono laboral del país es el Estado, los medios informan de un auge delictivo, las capturas de droga se han disparado, las condiciones de vida y la capacidad adquisitiva del ciudadano es limitada, peor si no puedes pensar libremente y ejercer tu derecho a la opinión, bien es conocido que la fuerza de las armas amedrenta a cualquier parroquiano, las fuerzas disuasivas levantarán mayores represiones a pensar y reflexionar libremente. El molde que se quiere imponer es el de una sociedad sumisa llena de aduladores y borregos que bajen la cabeza ante el cabestro, gente sin voluntad ni pensamiento propio, sin capacidad de análisis o cuestionamiento, aceptando sin titubeo la voluntad de los poderosos gobiernistas dueños absolutos de la verdad y el pensamiento de todos.