Mientras la Biblia describe a la mujer del Antiguo Testamento como virtuosa, el Estado Ecuatoriano le ha entregado a la mujer derechos civiles como defensa para proteger su cuerpo y salud mental del maltrato de su compañero, amigo, confidente, padre de sus hijos, en muchos casos solo novios.
América Latina y Ecuador no son la excepción, han caído en el delito y la contravención de violar los derechos de las mujeres terminando con la vida y su auto estima, generando violencia física y psicológica que agobia al hogar, dejando secuelas imborrables en las personas del entorno social y familiares de las víctimas.
La Biblia, narrada con tintes machistas a pesar de ello, la mujer de la época desarrollo virtudes de convivencia, encontramos mujeres valerosas que fueron ejemplo de virtudes y que sus nombres aún están en la eternidad, María madre de Jesús, María Magdalena, Ruth, Esther, Judith y otras mujeres virtuosas que abrieron espacio y ocuparon puestos importantes en la época, y sobre todo jugaron un papel trascendental en la crianza y formación de los hijos, y administraron sus hogares con virtudes infinitas.
Hoy se escasean las mujeres virtuosas, o las virtuosas mujeres, están extinguiéndose, dicen que son exageraciones, que no van acorde a la realidad pero, vemos que sus hogares y sus familias vivieron más felices que las actuales.
Tenemos un botón de pánico en cada familia disfuncional y sobre todo en hogares que no han construido valores ni educación integral; se multiplican cada día los femicidios y las estadísticas sangran cada vez que se incrementan las denuncias por maltrato físico, psicológico y sexual. El Estado dice que está trabajando por que ha hecho alguna legislación que pone paños de agua tibia en las heridas físicas y emocionales de las víctimas, no hay salida.