Con respecto al reportaje de Por qué las mujeres no pueden ser obispos, quería decir que hay cosas que debemos analizar desde el punto de la fe, comenzando si creemos en un Dios Todopoderoso, Infinito en sabiduría, justicia y misericordia. Hay derechos que Dios ha otorgado a sus creaturas, como el derecho a la vida, el derecho a la libertad (no al libertinaje). A las mujeres nos ha dado el don de ser madres, de portar en nuestro vientre vida, no así a los hombres. A los hombres no les ha dado el derecho a ser ordenados sacerdotes, les ha conferido el don de serlo, es una cuestión de vocación, es un regalo de Dios, don gratuito y misterio de amor. Afirmar que por justicia o derecho las mujeres sean sacerdotes es atreverse a decir que Dios es injusto, que ha planificado mal sus cosas, que se ha equivocado. No es cuestión de la Iglesia y del Papa, no es cosa de hombres, es cuestión de Cristo, de Dios.