Nos hemos acostumbrado: no hay día en el que la prensa deje de reportar accidentes de tránsito con el saldo de muertos, heridos. Paralelamente, las autoridades de la materia anuncian sanciones para quienes sean identificados como los responsables de las tragedias.
Esta pobreza de visión sobre su responsabilidad, que omite la búsqueda e implementación de soluciones, nos obliga a dudar sobre la competencia de ciertos funcionarios para el desempeño de sus cargos en materia de transporte masivo.
Con ingenuidad digna de mejor suerte, tratan de convencernos que la causa de los accidentes de los buses interprovinciales es el exceso de velocidad, la impericia, irresponsabilidad y otras similares. No, la causa es el caduco sistema cooperativo, los efectos son la velocidad, impericia y otros; los resultados son víctimas y daños; y los responsables son quienes mal desempeñan como autoridades. ¿Hasta cuándo?