Muerte de un perro
La materia de esta carta trata de una falta de humanidad, de una falta de sentido común. Quizás es adecuado que se limite el número de personas que viajan en el balde de una camioneta, pero que sea un absoluto, eso es absurdo.
Las leyes hay que cumplirlas, pero también hay que cuestionarlas, si son o no son adecuadas. Un agente de tránsito está trabajando especialmente para ayudar, colaborar con la población, no para estar en su contra. Una emergencia médica, es una urgencia, y ese cerebro debe indicar al agente que es hora de guiar, de ir adelante con su motocicleta para abrir camino, hasta llegar a un hospital, o a su destino. ¿Qué hubiera sido si en lugar de un animal muy querido para su familia, se trataba de una persona herida, acaso también, un agente de la Agencia Metropolitana de Tránsito debe reaccionar de la misma manera absurda, la pregunta es la misma, colaborar u obstruir?
¿Un policía, un agente debe estar siempre listo para favorecer a quien necesita ayuda, de no ser así, mejor sin ellos?