Cada vez que al excelentísimo señor Presidente se le trastorna la glándula de los presagios, amenaza con emplear la “muerte cruzada”, que no es otra cosa que aplicar la facultad del Poder Ejecutivo para disolver el Poder Legislativo, con la autoridad que tiene el órgano electoral de convocar a elecciones, tanto para renovar el Legislativo como el mismo Ejecutivo.
Es decir, que es el mismo Presidente, quien aplicándola, también está convocando a la elección de su mismo cargo.