¿Somos mudos, sordos y ciegos?

La historia política del Ecuador nos ha dejado huellas. Los corruptos de antes hoy son íconos de la solución de todos los problemas, una oposición cansona y aberrante, analistas dedicados a mirar soslayadamente errores humanos. No se discuten temas trascendentales y de interés comunitario. En los medios de comunicación solo participan los mismos y para desconocer toda obra del Gobierno. No aportan con recomendaciones o sugerencias constructivas que conduzcan al éxito del Gobierno, no perdonan el mérito ajeno. ¿Acaso somos ciegos, sordos, egoístas o envidiosos de que el Ecuador ha cambiado significativamente en los últimos años?
Correa ha cometido errores, ¿quién no? Que hay corrupción no se puede negar, pero se complementa con cierto sector privado. El resto del pueblo: “Día que no trabaja, no come”. Pensemos en hacer Patria. Ya es hora.

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