Desde hace un tiempo acá, motociclistas inescrupulosos e irrespetuosos, se han dedicado a la ingrata tarea de alterar los sistemas de escape de las mismas, estas personas que ignoran las molestias que causan a la ciudadanía, gastan su dinero en cambiar los sistemas de escape originales que son silenciosos, por unos tubos resonadores que causan gran estruendo.
Dichos sujetos cuando conducen estos vehículos, aceleran y causan un infernal ruido en el momento que a bien tienen, retumbando vitrinas, ventanales, accionando alarmas de vehículos e irritando a la ciudadanía, pues superan con mucho los decibeles de ruido permitido.
Hoy que se está haciendo cumplir estrictamente el uso del cinturón de seguridad y que según la nueva Ley de Tránsito se sanciona como contravención leve de primera clase art. 139 lit. j, se debería también cumplir el literal A del mismo artículo que sanciona este abuso que va creciendo día a día. En la matriculación y revisión de este año se debería obligar a colocar los silenciadores originales, pues no puede ser que motores de tan pequeña cilindrada emitan sonidos más fuertes que cualquier automóvil o camión.