Me permito llegar a ustedes con esta personal y poco agradable situación que le tocó vivir a mi familia, luego del triste fallecimiento de nuestra señora madre en Tonsupa durante un paseo familiar a finales del año que terminó. Fuimos víctimas de un trato completamente inhumano por parte de autoridades médicas y legales a quienes acudimos para cumplir con lo que manda la Ley. Todo fue un calvario interminable de irresponsabilidades, falta de conocimientos profesionales y evasiones por parte de todos ellos. Desastrosas son las condiciones de salud e higiene en las que lugares tan concurridos como estos balnearios están, Tonsupa y Atacames, pese a los ingresos que reciben y que al parecer nunca llegan donde deben, como es costumbre en este y en todos los gobiernos de turno.
Mucho agradeceré a sus equipos periodísticos, se tomen el tiempo y la molestia de investigar de manera seria como es su costumbre y exponer la real situación de estos sitios turísticos que, a pesar de recibir a tanto visitante y ofrecerles esparcimiento y diversión, no cuentan con un lugar decente para ofrecerles también un trato digno, mal llegado un momento tan nefasto como el que nos ha tocado vivir… ¡Esto no es justo para nadie!