Montecristi ni vive ni deja vivir

Alberto Acosta y toda la izquierda intelectual insisten en mantener viva la Constitución hiperpresidencialista de Montecristi, su obra maestra. Ellos creen que el problema no es la pistola, sino que la use un ‘niño bueno’.

Es lamentable la arrogancia de los intelectuales. Es terrible su incapacidad de reconocer que han creado un arma que dará abuso de poder a su portador, sea quien fuere. La izquierda intelectual es incapaz de aceptar que una Constitución no puede ser reglamentaria, copiosa, ilegible, rebuscada, porque se vuelve contra los ciudadanos y pone (a los políticos y sus abogados) el dedo en el gatillo contra todos. Trate de buscar sus derechos en ese cuerpo de palabras solo comprensibles por “mentes lúcidas” y seres “superiores”. Es como querer leer la guía telefónica en un bus!

¿Cómo pudieron escribir una constitución “de avanzada” con términos nuevos, sin definirlos al final -como hacen todos los tratados- que incorporan conceptos nuevos? ¿O es que cayeron ellos mismos en la falacia ad verecundiam, que significa creer supersticiosamente que las palabras solo significan una cosa y nada más? Y el contexto, Sr. Acosta y sabios intelectuales? Yo puedo decir que “amor” significa solo “amor” y es una buena palabra. Pero fuera de contexto, podría ser amor al dinero, a la violencia, amor al delito, amor al crimen, amor al ego, amor a las mujeres ajenas...”. Pero de seguro estos ejemplos no iluminan a los sabios que ahora están en la mira de la misma arma que ellos fabricaron en Montecristi y entregaron a un niño que era bueno. ¡Cómo es eso de que ‘Montecristi Vive’ si es obvio que nació muerta! ¡Montecristi ni vive ni deja vivir!

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