Los mejores monigotes del año viejo representan el retorno de varios prófugos de la justicia decrépita, tras el lamento inconmensurable de algunas viudas de alto mando. Las caretas de Dahik, Mahuad o Bucaram se agotan en las tiendas para disfrazar, en temporada de inocentes, delitos de acción pública, sean peculado o malversación de fondos, pues solo basta pedirle al Juez de la Tremenda Corte que cambie el disfraz de la prisión preventiva por la aplicación de algún novedoso sacramento del oficialismo en cuotas. Todo a favor del reo que sigue o se esconde tras la religión verde-agua aliancista, así sea un ex Ministro militante traga-cheques o un camarada conservador Vicepresidente.
Es que la base intelectual para la reestructuración de las sarcásticas cortes de Justicia plantea una pícara sumisión de la razón a la voluntad y la acción pública vertical. Si el opresor cree que el reo es un hombre honesto, la obediencia se vuelve ley suprema y cuando la falsa identidad convertida en ‘revolución ciudadana’ requiere víctimas, pues hay que hallarlas. Y los subalternos cumplen su misión: castigo y perdón a diestra y siniestra. Los perseguidos y la prensa se vuelven enemigos primordiales a través de un eficaz y hostigoso aparato de propaganda que reincide en diatriba cada sábado. Claro, el gran insultador ordena junto y a tiempo los monigotes: Chucky Seven para dictar sentencias y jueces ‘Speedy Paredes y no González’ para dar veredictos, con un monólogo en escena lleno de desafíos pero que rehúye decisiones valientes. Las ramas de eucalipto apenas disuaden ese olor nauseabundo de la escasa ecuanimidad y justicia, y aún le falta viruta al jefe para construir el muñeco del asambleísta que respondió con retirar su inmunidad parlamentaria. Así, el año viejo, que ya suman cinco para incinerarlos, se tonifica con más miedo, violencia, represión y propaganda, para ser confundido con el mismo enemigo imaginario, que por un lustro ha servido como chivo expiatorio: esa prensa libre e independiente. ¡ Feliz año nuevo, feliz prensa libre!