Es plausible la reciente decisión del presidente Moreno de evaluar a sus ministros por los resultados de su gestión y removerlos cuando esta no es la esperada. Esperamos que no se detenga en este empeño, porque hay varios funcionarios, reciclados del correato, cuyas evaluaciones de gestión no resistirían el menor análisis. Era evidente el proceso de selección que seguía Correa , para elegir a sus colaboradores, primero el desdén hacia todo aquel que tenía algo de experiencia, total algo aprenderían con el paso del tiempo los elegidos. Segundo, el desconocimiento de leyes y reglamentos era un valor añadido, porque algún ingenuo debía firmar documentos comprometedores. Tercero, para cumplir sin chistar las órdenes superiores, un alto grado de sumisión era indispensable. Si el Presidente busca distanciarse de su predecesor debería elegir con rigor a sus colaboradores. Otra forma de corrupción es aceptar un cargo público sin estar preparado.