Pareciera ser que la semana pasada fue poco favorable para el ministro de Educación, Augusto Espinosa. No únicamente porque, a inicios de la semana, el Alcalde de Quito -previa evaluación con los representantes del Ministerio Coordinador de la Seguridad y de la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos- tuvo que rectificar ciertas declaraciones erróneas respecto del proceso a seguir por los estudiantes en el evento de un cambio de alerta del volcán Cotopaxi. También le cayó la mano dura del presidente Correa, pues al parecer había olvidado que “lo que dice el Presidente es sagrado”, por no haber seguido los lineamientos del programa de Bachillerato Acelerado.
Al parecer, el Ministro de Educación no está escuchando y, por tanto, está adoptando acciones equívocas respecto de temas de importancia como la posible erupción del Cotopaxi y el programa de Bachillerato Acelerado. Sugiero al ministro Augusto Espinosa, en caso de que vaya a continuar opinando y actuando, estar bien informado sobre las acciones a seguirse en el evento de un cambio de alerta en la actividad del Cotopaxi, así como también sujetar su accionar a la palabra sagrada del Presidente, respecto a temas que realmente son competencia de su Cartera de Estado.