En el Ecuador hay un desempleo alarmante. La situación económica de la gran mayoría de ecuatorianos es crítica, muy crítica. El señor Presidente de la República ante esta situación ha dicho en varias oportunidades que es necesario que las personas emprendan en un negocio, por chico que sea. Así lo han hecho muchos ecuatorianos.
Pero mientras el Presidente alienta los esfuerzos para emprender en un trabajo, sus ministros u otros altos funcionarios bloquean este esfuerzo. Veamos:
Luis Verdesoto, de 57 años, maestro de escuela, tenía una habitación desocupada. Se enteró que podía rentarla por una plataforma en internet y, manos a la obra, puso presentable y confortable su habitación. De esto ya un año. Ha tenido huéspedes de otros países que han dejado buenos comentarios sobre su hospedaje.
Carlos Villarreal, 67 años, jubilado, adquirió con su jubilación y un préstamo, un departamento chico en el centro de Quito y emprendió en igual tarea que Verdesoto.
El Presidente aplaude esto pero la Ministra de Turismo ha condicionado a estos ciudadanos a que cumplan con requerimientos imposibles de lograrse. Si tiene un departamento en un condominio donde viven 50 familias, requiere el visto bueno con la firma de todos los copropietarios. Los otros requerimientos no se los enumero señor director porque son muchos.
La ministra cree que hay que apoyar a las personas de dinero que tienen hoteles de cinco estrellas pero no apoyar a los que hacen pueblo.