Minería en esmeraldas

Sorprende enormemente la actuación del Ejército, obedeciendo órdenes del Ministerio de Defensa, para intervenir en las zonas mineras de Esmeraldas. Tengo entendido que la Ley de Minería contempla el cierre de las minas, la confiscación de maquinaria, pero en ninguna parte dice que hay que destruir (dinamitar) la maquinaria. El presidente Correa, que está al tanto de todo cuanto ocurre en el país, pudo haber resuelto el problema durante los cuatro años que ha estado en el Gobierno, y no esperar a que pase la consulta, en la que el sí ha tenido una pírrica ganancia, para aplicar la fuerza, usando por segunda vez al Ejército en acciones reñidas con la ley: primero el asalto al Hospital de la Policía, algo prohibido internacionalmente aun en tiempos de guerra y considerado un delito de acuerdo con la Convención de Ginebra, con el pretexto de liberar al Presidente de un secuestro que nunca existió y ahora, dinamitando maquinaria de los mineros, que seguramente debe tener un alto costo en el mercado. Es una pena que el Ejército ecuatoriano, llamado a defender al país y a su gente, con un historial de honor, deba ahora obedecer órdenes cuestionables. ¿Es esto lo que espera a nuestro país en el futuro? ¿Hasta dónde podrá llegar el autoritarismo, las órdenes dictatoriales? El Ecuador merece mejor suerte.

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