Largas columnas de migrantes se ven a lo largo de toda América Latina, la gran mayoría en busca de bienestar social, diferente a la migración que lo hace hacia los países donde puedan alcanzar desarrollo individual. Las principales causas son ocasionadas por los problemas políticos derivados de un denominador social. Los gobiernos autoritarios, con un deseo irresponsable de enriquecimiento material en desmedro del bienestar de la comunidad, organizan empresas para invadir, conquistar y someter a toda una nación, para luego proceder al saqueo, sobre explotación de los recursos naturales y sometimiento de su población a través de la reducción de valores y libertades. Los diferentes líderes de la sociedad deben orientar sus esfuerzos hacia la construcción de una sociedad más equitativa, con el fin de terminar con el oportunismo demagógico, que solo aporta a ocasionar mayores males y postergar los actuales problemas. La educación y la salud son dos instrumentos importantes en un desarrollo más igualitario de la sociedad. La actual marea humana que se mueve por razones fundamentalmente de supervivencia, huye de la extrema pobreza en que se encuentra su país, los países anfitriones, deben levantar estadísticas para clasificar la mano de obra no calificada, profesionales y técnicos de acuerdo a su especialidad, con el fin de aprovechar su fuerza laboral. Evitando la explotación a la que se someten por su condición, especialmente el grado de violencia que sufren las mujeres refugiadas y desplazadas, sujetas a explotación sexual y laboral, debatiéndose entre la pobreza y la discriminación. Estos países donde su población emigra pierde la fuerza humana que toda nación necesita para su desarrollo, dejando en mayor abandono a quienes no han podido escapar del control autoritario de sus gobernantes.