La prueba PCR es positiva desde el primer día del contagio. La prueba rápida lo es desde el día 5 hasta el día 7. Las dos son útiles y complementarias. La PCR sirve para diagnosticar al “enfermo”; la rápida para manejar la “enfermedad”. De dos positivos uno es asintomático; a éste se le aísla 14 días y se rastrean todos sus contactos 14 días antes, creando un “cerco epidemiológico” familiar primero.
Para los sintomáticos la “tormenta de las citoquinas” llega el día 11, quien lo supera vive sino no. En cambio, el 80% de los síntomas es leve. Estos leves más los asintomáticos son los “más peligrosos” al salir a la calle sin temor alguno. Un positivo contagia a 10 personas y cada uno de ellos a 10 más, el contagio es exponencial y rápido. La solución: cuantas más pruebas se hagan, mejor se maneja la pandemia. Ejemplo Perú (19-07-20) tiene 2´063.240 pruebas: positivos 353.590 (17%), fallecidos 12.417 el 3,7% de Índice Mortalidad. Ecuador 204.162 pruebas: positivos 70.329 (36%), fallecidos 5.158 con 7.1% de Índice Mortalidad. El COE maquillando las estadísticas no mejora la situación y peor ya no informa al ciudadano común. Bajar el Índice Mortalidad es “el indicador” más certero de cómo estamos haciendo las cosas.
Lo malo de las pruebas, es que el 20% de las PCR son falsas positivas y el 50% de las rápidas son falsas negativas (Dr. Elmer Huerta CCN). ¿Qué decir de las 100.000 pruebas, llamadas ahora “chimbas”, compradas por el Dr. Yunda entre bombos y platillos, sin tener quien las procese y tenga que devolver la mitad?
Nadie es inmune al covid-19. ¿No piensa alcalde que puede pasar por las tragedias que producen los falsos positivos estando sano y los falsos negativos estando contagiado o sufra por una cama de UCI, cuando mienten al decir que Quito está bajo control y todos reciben atención según el MSP? ¡Ojalá no! Pero lo que si es cierto es que el virus saca a relucir todas las corrupciones, las discapacidades falsas, a los mentirosos, a los que pierden la memoria. Frente a esta situación, el Dr. Jaime Breilh, el mejor científico y epidemiólogo del Ecuador dijo:” la mesa está servida para el virus”. La única que ha salido ganando es la Madre Naturaleza.