Mentir es hollar con zapatos sucios y enlodados las níveas alfombras que conducen a los altares celestiales. Mentir es disparar una flecha y errar el blanco. Mentir es torcer el camino que conduce a la santidad. Las mentiras son dardos envenenados que laceran la majestad de la verdad. La mentira falsifica la realidad, disfraza la razón, oculta la luz y adultera lo genuino. Ofrece gato por liebre.