No me ha sorprendido que hayan gravísimas acusaciones de ‘enriquecimiento ilícito’ en contra de Cristina Fernández, quien tiene orden de arraigo en su país.
Desde el inicio del gobierno de Néstor Kirchner, su cónyuge Cristina Fernández, tiene cargos por lavado de dinero, peculado y falsificación de documentos, acusaciones graves que desmerecen cualquier ‘atención o invitación…’ hechas por el gobierno ecuatoriano a una ex gobernante argentina, con antecedentes personales.
Desde que se colocó en la Mitad del Mundo, ‘sin ton ni son’ el monumento a su cónyuge fallecido, no encuentro explicación alguna, para tanto mérito y por el contrario, es una verdadera vergüenza que el gobierno de turno haya tomado semejante decisión, a un elevado costo de USD 116.000, que ventajosamente parece, lo pagó la cancillería argentina.
Así las cosas, es hora de que sin más trámite, se proceda a retirar dicho monumento a la ignominia y devolverlo al gobierno argentino, y no se condecore a una persona acusada penalmente, por mala disposición de fondos públicos, hasta que no se aclare la verdad.