La mayor maldad del siglo XXI

Los extremos a los que puede llevar el enfrentamiento político en nuestro país, no tienen límites. La eficiencia en el manejo de estrategias públicas es una de las características de una buena gobernanza. Una de las obras más representativas del anterior gobierno fue la edificación de las Escuelas del Milenio.

Aún, en el supuesto no consentido, de que fueran obras con sobreprecio, desechar estas construcciones espaciosas, con salas pedagógicas, salón de actos, equipos de computación, etc., para volver a las obsoletas “escuelitas unidocentes” (donde hay un solo profesor para varios grados, contraviniendo elementales preceptos pedagógicos), solamente por el hecho de haber sido construidas por el “correísmo”, constituye la mayor maldad del siglo XXI. Si el problema es la distancia y el difícil acceso de las comunidades a estos establecimientos, ¿no sería más eficiente y menos costoso adecentar los caminos vecinales y mejorar el sistema de transporte?

Si el actual gobierno y su Ministerio de Educación, no revisan su estrategia, malévola y revanchista, seguramente serán recordados como nefastos destructores de la educación en el Ecuador.

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